El All-Star Game de Orlando de 1992 fue todo un espectáculo gracias a un jugador que no disputó ningún partido en esa temporada. Magic Johnson, quien asombró al mundo tras anunciar el 1 de noviembre de 1991 su retirada del baloncesto ha causa de haber contraído el virus del SIDA, fue votado masivamente por los aficionados para jugar el All-Star Game, dando la liga el visto bueno a su participación. El fin de semana entero se paralizó y se centró en la figura del legendario Magic Johnson, siendo permanentemente ovacionado en el Orlando Arena, pabellón que albergaba dicha edición del All-Star.
“Las palabras significan mucho” comentó más tarde Magic, sin perder su familiar sonrisa en todo el fin de semana. “Pero los sentimientos cuentan más. El nuestro es un juego de compasión. Nunca olvidaré aquellos abrazos y choques de mano”, refiriéndose a los emotivos abrazos que recibió antes del partido.
Johnson se salió con 25 puntos y 9 asistencias en la victoria de su equipo, el Oeste, por 153-113, recibiendo el MVP del All-Star Game.
Su actuación fue memorable. Primero regaló un pase saltando a su compañero Dan Majerle para que anotara una fácil bandeja, forzándo posteriormente a Michael Jordan y a Isiah Thomas una defensa individual sobre él, para que, finalmente y con la posesión consumiéndose, lanzara un triple con la defensa del base de los Pistons encima y con su dedo en el aire en cuanto el balón salió de sus manos. Fue un momento tan perfecto que los jugadores dejaron a un lado el encuentro para compartir con Magic aquellos momentos finales preciosos antes del sonido final de la bocina.
Como bien dijo Johnson, “este era el final perfecto de la historia. Aquí está mi final”.
“Las palabras significan mucho” comentó más tarde Magic, sin perder su familiar sonrisa en todo el fin de semana. “Pero los sentimientos cuentan más. El nuestro es un juego de compasión. Nunca olvidaré aquellos abrazos y choques de mano”, refiriéndose a los emotivos abrazos que recibió antes del partido.
Johnson se salió con 25 puntos y 9 asistencias en la victoria de su equipo, el Oeste, por 153-113, recibiendo el MVP del All-Star Game.
Su actuación fue memorable. Primero regaló un pase saltando a su compañero Dan Majerle para que anotara una fácil bandeja, forzándo posteriormente a Michael Jordan y a Isiah Thomas una defensa individual sobre él, para que, finalmente y con la posesión consumiéndose, lanzara un triple con la defensa del base de los Pistons encima y con su dedo en el aire en cuanto el balón salió de sus manos. Fue un momento tan perfecto que los jugadores dejaron a un lado el encuentro para compartir con Magic aquellos momentos finales preciosos antes del sonido final de la bocina.
Como bien dijo Johnson, “este era el final perfecto de la historia. Aquí está mi final”.
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