4 de mayo de 1993, fecha indeleble en la mente de Alonzo Mourning, fecha que jamás olvidará un por aquel entonces rookie proveniente de una de las grandes factorías de pivots como es Georgetown (Patrick Ewing o Dikembe Mutombo).
Charlotte Hornets había apostado por él en el nº2, uno por detrás de Shaquille O'Neal. La franquicia apenas llevaba un corto terreno recorrido en la liga – cinco años - y se aventuraba a disputar sus primeros playoffs de la mano del novato Alonzo y de un fenómeno como era Larry Johnson. El enfrentamiento les encuadraría con Boston Celtics, el rival era eluctable y así se demostró posteriormente. El primer encuentro de la primera ronda mostró lo desaborido que podría llegar a ser dicha serie, pero los Hornets de la mano de un descarado Alonzo Mourning levantaron el vuelo hasta ponerse 2-1 y encarar el quizás 4º y definitivo encuentro. En aquel partido, todo parecía marchar viento en popa ya que entrado el último cuarto, el equipo de Allan Bristow mandaba autoritariamente 18 arriba, pero un desfallecimiento ‘Hornet’ sumado a la bárbara reacción de Boston propició que remontaran hasta colocarse 103-102 con 3.3 segundos por jugar. Era el momento de Mourning, Charlotte corría el riesgo de tirar por la borda un partido que parecía atado, pero llegó y resolvió con un tiro soñado de más de 5 metros, para dar así a Charlotte la primera serie ganada en su breve historia (103-104).[]
La efigie del triunfo se vio reflejada en Mourning, que tras meter a su equipo en semifinales, se mantuvo en el suelo con los brazos paralelos en un símbolo victorioso y que en contados segundos se transformó en una pirámide humana. Boston protestó que aún faltaba algo de tiempo, pero eran tan solo 0.4, con lo que no dio tiempo a nada que no fuera alargar la agonía céltica. Mourning había sido el héroe, como tantas veces lo ha demostrado ser en su vida, no solo deportiva, sino personal.
Charlotte Hornets había apostado por él en el nº2, uno por detrás de Shaquille O'Neal. La franquicia apenas llevaba un corto terreno recorrido en la liga – cinco años - y se aventuraba a disputar sus primeros playoffs de la mano del novato Alonzo y de un fenómeno como era Larry Johnson. El enfrentamiento les encuadraría con Boston Celtics, el rival era eluctable y así se demostró posteriormente. El primer encuentro de la primera ronda mostró lo desaborido que podría llegar a ser dicha serie, pero los Hornets de la mano de un descarado Alonzo Mourning levantaron el vuelo hasta ponerse 2-1 y encarar el quizás 4º y definitivo encuentro. En aquel partido, todo parecía marchar viento en popa ya que entrado el último cuarto, el equipo de Allan Bristow mandaba autoritariamente 18 arriba, pero un desfallecimiento ‘Hornet’ sumado a la bárbara reacción de Boston propició que remontaran hasta colocarse 103-102 con 3.3 segundos por jugar. Era el momento de Mourning, Charlotte corría el riesgo de tirar por la borda un partido que parecía atado, pero llegó y resolvió con un tiro soñado de más de 5 metros, para dar así a Charlotte la primera serie ganada en su breve historia (103-104).[]
La efigie del triunfo se vio reflejada en Mourning, que tras meter a su equipo en semifinales, se mantuvo en el suelo con los brazos paralelos en un símbolo victorioso y que en contados segundos se transformó en una pirámide humana. Boston protestó que aún faltaba algo de tiempo, pero eran tan solo 0.4, con lo que no dio tiempo a nada que no fuera alargar la agonía céltica. Mourning había sido el héroe, como tantas veces lo ha demostrado ser en su vida, no solo deportiva, sino personal.
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